Reseña de Underoath en Colombia

UNDEROATH
HIALINA
JACKE MATHE
AWAKE
HEARTLESS
RATÓN PEREZ
D-FORMES

Bogotá, Teatro Metro
Sábado 20 de diciembre del 2008

DROGAS, CRISTO Y ROCK AND ROLL

Tampa no es únicamente la meca del death metal estadounidense, en años recientes la financiera metrópoli ha venido siendo la base de operaciones de agrupaciones referentes a tendencias vanguardistas pero no por ello menos pesadas. Este es el caso de Underoath, el sexteto que en la presente década pasó de ser una pequeña banda de metal cristiano a convertirse en uno de los nombres más citados dentro de la nueva escuela de los sonidos duros del panorama norteamericano.



Para los puristas las intenciones tras actos como Underoath obedecen a una moda pasajera similar a la euforia experimentada a finales de los años noventa con el denominado nu metal, sin embargo todo indica que las fatalistas predicciones de los arraigados a los géneros emergidos en el siglo pasado estaban erradas y el “bastardo” metalcore llegando a las postrimerías del presente decenio goza de buena salud y público que lo respalde por mucho más tiempo.

El reformado teatro Metro que espera en próximos días a los controvertidos In Flames y a ese culto del metal llamado Opeth, se encontraba con un gran aforo para la sesión de gritos, guitarras dispares y sudorosa acción en la platea desde la misma tarde del sábado cuando seis conjuntos nacionales se dieron a la tarea de calentar el ambiente para la fiesta que montarían los firmantes de “Lost In The Sound Of Separation”, uno de los mejores álbumes del año que concluye, una demostración compositiva de las enormes capacidades de Underoath y de su afán por no estancarse en formulas o etiquetas.



Posterior a una concienzuda revisión de cada uno de los instrumentos por parte del roadie y el ingeniero de sonido de los de la Florida, a eso de las ocho de las noche las luces desaparecen para que el flamante sintetizador coloque alerta al publico del caos por desatarse. Con la energía propia de estar atravesando los veintitantos años de edad y la pericia de girar hace poco por toda Norteamérica junto a Slipknot o Machine Head cada una de las piezas que componen Underoath se apoderó de su instrumento para literalmente usar y abusar del mismo ante la demencial respuesta de los cientos de espectadores, la gran mayoría adolescentes que sin dudarlo armaron un enorme ciclón en medio de la pista.

Spender Chamberlain es la clase de frontman que más de una banda desearía por su energía, fuerza vocal y aquel halo de misterio que le rodea siempre. Su trabajo en el micrófono es gratamente correspondido por el baterista Aaron Gillespie quien se faja baqueteando y haciendo las voces limpias. Por el costado izquierdo del escenario el bajista Grant Brendell y el guitarrista James Smith la sudan toda, mientras al costado opuesto el barbado guitarrista Tim McTague engrana junto al hiperactivo Chris Dudley manejador de los sintetizadores, el eje de esta maquina ruidosa pero muy técnica. Síntesis de una mezcla explosiva de hardcore fiero, visos death metal y pasajes post rock capaces de callar a más de una indómita boca acusadora de poca originalidad.



La selección de canciones estuvo direccionada a sus tres últimos discos (los cuales cuentan con la garganta de Chamberlain) dejando de lado las crudas composiciones primigenias. Pero en las tablas las elegidas retumbaron mejor que en el reproductor de CD, por ello el fan acérrimo del sexteto no pudo sentirse a ningún momento defraudado. De la más reciente oferta disfrutamos con “Breathing In A New Mentality”, “Desperate Times, Desperate Measures” y “The Created Void”. Otros temas destacables fueron “In Regards To My Self”, “Writing On The Walls”, "A Boy Brushed Red...Living In Black And White" y "It's Dangerous Business Walking Out Your Front Door”.

Cuesta creer que estos tipos, auténticos expertos en emanar un sonido destroza oídos (hace mucho que no salía sordo de un concierto y no precisamente por falencias del sistema sonoro) sumado a una puesta en escena tan violenta sean otra de las ovejas del rebaño sagrado que representa el sello cristiano Solid State Records. Sin embargo, al comprobar la devoción con la cual vocalista Spencer Chamberlain se refiere a sus razones para defender esta creencia religiosa: “Jesucristo me salvó del abismo del alcohol y las drogas” mencionó, uno advierte que dicha dolorosa confesión no se acompaña de aleluyas, pedido de donaciones o repasos a la Sagrada Escritura. Es llanamente un testimonio de alguien que gústenos o no encontró una salvación espiritual para no sucumbir ante la fama y el dinero.



Aplausos para la productora Inmigrant y 4 Cuartos que han hecho del 2008 un año redondo en la visita de gran número de artistas fundamentales para tendencias que años atrás se ignoraban por completo. Gracias a este esfuerzo pudimos apreciar como Underoath le llevan kilómetros de distancia a varias propuestas del metalcore existente, de hecho tras verles en vivo, se vislumbra en el horizonte la necesidad de la banda por expandir aun más su interesante sonido y derrumbar de paso los parámetros establecidos. Degustamos una hora de música de avanzada, de no fácil digestión para oídos conservadores y el público salió del teatro lleno de una felicidad mágica, esa que siempre se alcanza cuando se ve cantar a dios o al diablo pero con honestidad y entrega.

Texto y fotografías: Alejandro Bonilla Carvajal